1.2 El estudio de la Orientación Sexual en los adolescentes de preuniversitario. Sus particularidades.

Los retos que impone la llegada del siglo XXI, obliga a la erradicación de todos los enfoques, concepciones, prácticas educativas y pedagógicas tradicionales, que no permiten el carácter activo del sujeto. Y que además, limitan su creatividad y su crecimiento en lo individual y en lo social. Se impone entonces, el análisis de  las premisas psicológicas de la sexualidad humana en que se configuran:

• la identidad de género, es la conciencia y sentimiento del individuo  de ser hombre, mujer o ambivalente.
• el rol de género, es la manera de interpretar  y desempeñar los diversos papeles que establece cada cultura.
• la orientación sexual que es la dirección del deseo o impulso sexual hacia el otro sexo, el propio o ambos.

Estos componentes psicológicos tienen una expresión personológica, es decir, individual pero que a su vez se expresan como un todo social. En particular, se hace referencia a la orientación sexual. El cual expresa el comportamiento, cualidades y conducta de la mayoría de los individuos del propio sexo, que cada cultura identifica a aquellas personas del mismo sexo como homosexuales.
Se define Orientación Sexual además como “la capacidad de cada persona de sentir una profunda atracción por otra emocional-afectiva y sexual por personas de un género diferente al suyo, o de su mismo género, así como la capacidad de mantener relaciones con estas personas” Alfred Kinsey (1989).
Según estas definiciones resulta en correspondencia con la educación, la tendencia a asumir estereotipos  rígidos que limitan y despersonalizan, sin tener presente la atención a la diversidad como ejemplo esta clasificación dada por (Money 1998 en su artículo Diversidad sexual): “Monosexual: Si su orientación  es hacia un solo sexo y Bisexual: no existe preferencia definida  por uno u otro sexo”.
En la sociedad cubana el comportamiento sexual deseado es el heterosexual  y lo diferente se considera una desviación de la norma, fuera de lo adecuado y relativamente  cercano a lo patológico. El estigma social marca a la homosexualidad como una enfermedad, como algo inmoral e incorrecto. La fobia es considerada como un valor del heterosexismo y es uno de los sentimientos más importante en el proceso de construcción y control de la masculinidad. En el mejor de los casos se traduce la homofobia en el silencio, la mayoría de las veces, se expresan los prejuicios en comportamientos de burlas, agresión, limitación de los derechos individuales y en la pérdida del poder logrado.   
Hasta el momento la educación de la sexualidad, no expresa procederes, vías de ejecución por parte del docente para lograr una comprensión de todos los miembros del grupo, acerca de la orientación sexual y su diversidad. Basado en el respecto, la aceptación, la comprensión y la tolerancia, en este período etáreo de la adolescencia tardía, existe una mayor conciencia y aceptación de la figura corporal, la cual, ha sido sobredimensionada en correspondencia con la apariencia física y el grado de aceptación social y autonomía que en etapas anteriores.
Particularidades de la Orientación sexual en Preuniversitario.
Se debate el origen genético o sociocultural de la orientación sexual. No se han encontrado indicios de que exista una orientación sexual independiente de las circunstancias sociales; de esta forma se supone que existe una impulsividad heterosexual en una parte significativa de la población, igual que en muchas especies de animales. En el caso del hombre, ésta estaría más o menos predispuesta por  la socialización.
La orientación sexual, sea su origen innato o adquirido, se atribuye a sensaciones y conceptos personales, tanto vividos como imaginados; el comportamiento sexual de una persona puede ser diferente a su orientación. Así, por ejemplo, la abstinencia sexual no resulta siempre de una orientación sexual, como muchos creen.
Pomosexual, es uno de los primeros términos en surgir en la terminología moderna de la sexualidad por el año 1997. Rechaza las etiquetas convencionales de heterosexual u homosexual al considerar que el tema de la orientación sexual de cada uno está superado. Surgió dentro de la comunidad homosexual en contra de los estereotipos acuñados. Algunos lo confunden como un sinónimo de bisexual, pero más que eso se refiere a una persona que no se identifica con ninguna orientación sexual: las disfruta todas.
Es innegable que se han producido cambios importantes en las últimas décadas sobre el tema de la diversidad en cuanto a la orientación sexual, sobre todo en la adolescencia y la juventud, sobredimensionándose determinadas creencias o “concepciones” acientíficas acerca del fenómeno lesbianismo, transexualismo, metrosexualismo, bisexualismo, entre otros.
En una primera instancia, pudiera parecer que solo se trata de necesidades sexuales y afectivas de las personas con una visión más moderada de la sexualidad. La cual, se expresa por determinada actitud excesivamente paternalista y sobreprotectora de padres y maestros, que en estos  se ha llamado a romper “el miedo”, “las normas establecidas”, o incluso “el excentricismo” propio de la etapa de adolescencia. Por lo cual se “justifica” un comportamiento que hasta entonces se encontraba en total silencio, retomado incluso por la industria de la moda, el audiovisual y la psicología social al dar una explicación.
Todo esto, al integrarse  con las características psico-sociales de esta etapa de los adolescentes que se configuran y expresan la individualidad de cada uno de ellos, es evidentemente que genera un mecanismo de búsqueda de sensaciones nuevas, asimilación de determinadas concepciones acerca de la sexualidad aunque no logren explicarlas o comprenderlas, así como la ruptura de normas preestablecidas en sus contextos de actuación. Más aún, cuando la situación social del desarrollo potencia determinadas variantes ante la orientación sexual y su definición consciente.
Sí solo se tiene en cuenta los intereses de cada persona, se correría el riesgo de descontextualizar la educación. Si por el contrario, se promueve de forma exclusiva el interés común, de esta forma se sacrifica los deseos y anhelos personales. En tal sentido, se reproduciría el modelo tradicional, Por tanto, se apunta hacia la necesidad de que este proceso tenga un carácter alternativo, que respete la individualidad y ofrezca acciones variadas para vivir la sexualidad como protagonista principal de su propia vida y educación.
¿Cómo conjugar entonces, en el proceso educativo la singularidad de esta manifestación en lo individual y social?
El papel de los docentes como agentes activos y orientadores en el desarrollo de la educación de la sexualidad de los adolescentes es fundamental, y se expresa en su propio carácter complejo. Ya que el nivel de comprensión existente entre los profesores es otro factor de la educación para la sexualidad en el escolar a tener en cuenta. Los adolescentes reciben directamente el ejemplo de las relaciones y comportamientos existentes entre sus coetáneos y de los docentes, incluso la manera de conducirse en determinados contextos como seres sexuados.
De forma muy particular el docente no debe establecer sus normas morales y las convicciones en esta etapa de adolescentes de los estudiantes, pues estas  son asumidas o reproducidas en varias situaciones con carácter consciente o no del estudiante. Por ejemplo, sus  características y diferentes  eventos  que se  asumen en los preuniversitarios internos, en los que los educandos pasan la mayor parte del tiempo en el centro y reciben influencias externas que allí se desarrollan, se particularizan y expresan sistemas de relaciones entre los estudiantes y los profesores en un marco estrecho.
En esta etapa el adolescente es menos ambivalente afectivamente que en etapas anteriores; ello contribuye a la consolidación de su sentimiento de masculinidad o feminidad, así como a un gradual incremento de sus relaciones de parejas con carácter estable.
En relación con la conducta sexual, en esta etapa continúa desarrollándose la actividad sexual solitaria, la que se combina con las heterosexuales, en dependencia del nivel de estabilidad que estas últimas alcancen, o es donde precisamente se combinan con deseos y/o gustos hacia lo llamado el homosexualismo.
Toda preparación en esta etapa del escolar es poca, e incide en el equilibrio de la pareja joven, y afecta la realización personal y sus posibilidades de adoptar decisiones responsables, como también todo lo relacionado con determinados sentimientos que los enmarcan en la compleja gama de ser diversos sexualmente en cuanto a la orientación determinada, que aun no son muy aceptadas y se caracterizan como: Desde  los  análisis psicoanalistas preferencia sexual es un término similar, pero hace hincapié en la fluidez del deseo sexual y lo utilizan mayormente quienes opinan que no puede hablarse de una orientación sexual fija o definida desde una edad temprana.
Adolescentes con tendencia a la homosexualidad tanto hembras como varones  en los  centros educacionales se manifiestan como estudiantes aislados del grupo, entretenidos en sí, aislados o fuera del salón de clases, introvertidos. Algunos comentan con sus compañeros unas que otras ideas, ausencias a la docencia, no participan con el grupo en otras actividades extradocentes o por el contrario participación activa de todas, al destacar su alegría, se acercan poco a los docentes entre otras.
Los heterosexuales en algunos casos se comportan de forma significativa, llamativa entre los coetáneos, hacen amistades con facilidad, conversadores en clases, participan sin temor a la equivocación, realizan actividades, buscan la compañía de los otros coetáneos ya sea hembra o varón, defienden el grupo de otros, etc…
Los asexuales se mantienen callados, aislados, conversan poco, siempre están solos, se entretienen con facilidad, conversan poco con los docentes. Este tipo de orientación puede ser por dos causas: una por frustración y la otra por decisión individual.
Al tener esta gama de características psicosexuales en estos grupos de adolescentes, en la presente investigación se permite que estas ideas enriquezcan el sustento ideológico –moral y el derecho de todas las personas de avanzar sobre barreras culturales tradicionales en el respeto de los derechos sexuales.
Las personas no heterosexuales suelen carecer de espacios para desarrollar su vida y compartir con iguales, rechazo de la familia, carencias de espacios públicos y la necesidad de ocultar los comportamientos homosexuales para evitar el rechazo de social, generan cambios frecuentes de parejas, lugares inadecuados con posibilidades de agresión ,  oscuros, relaciones con desconocidos.
La “correcta” orientación sexual, por los cánones sociales, hacia el aprendizaje de estos roles comienza en la familia, y se refuerzan en la escuela y demás contextos de actuación, como resultado de una educación sexista. Entendido en muchos casos como aquel proceso que prepara a las futuras generaciones en función de patrones, normas, valores y proyecciones específicas, de acuerdo con el sexo, por lo general opuestos. Se conforman las diferencias supuestamente sexuales atribuidas al género, que desencadenan una contraposición a partir de relaciones de poder y fuerza.
De ahí que la  integración de la escuela, los factores políticos y otras organizaciones como la FEEM, la familia, comunidad, entre otros, posibilitan y desarrollan condiciones privilegiadas, de comprensión y aceptación en gran cuantía para que puedan convertirse en importantes centros de convergencia de agentes educativos que favorezcan la formación y consolidación de una sexualidad plena, segura y responsable, independientemente de la orientación sexual definida y expresada por el adolescente.
Por todo lo expuesto anteriormente de la sexualidad, tiene la necesidad de que se integre a las estrategias que caracterizan el proceso docente-educativo de los preuniversitarios, en específico en lo que respecta a la orientación hacia la  sexualidad asumida en cada uno de los/las adolescentes.

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